LA HISTORIA DE UN NIÑO PENOSO
Este era un niño que era muy penoso, desde que el tenia uso de razón era muy callado, cuando empezó a ir a la escuela cuando el tenia 4 años todo iba bien, el jugaba con los otros niños sin problema.
Cuando el tenía como 3 años su mama lo llevaba a una casa donde lo cuidaban ya que su mamá trabajaba, un día su mama no llegaba por el para llevárselo a su casa y ya era tarde, ya entraba la noche, el niño esperaba a su mama en la puerta de la casa mirando por la ventana de esta y la persona encargada le decía que su mamá no vendría por el, el niño lloraba de angustia pero no hacia berrinches, solo se le veía la cara triste y con lágrimas en los ojos, llego el momento en que su mamá llego por el con un pastelito en la mano para que el niño se contentara, ya que ella sabía que era tarde y su hijo estaría triste por la tardanza, el niño le dijo a su mama que la persona que lo cuidaba le dijo que su mamá no vendría por el y la mama le reclamo a la persona aquella y nunca llevo al niño a esa casa para que lo cuidaran otra vez.
El niño entro a la primaria, tenia 6 años, cada alumno tenia su propio lugar para sentarse y a el le toco casi hasta atras, el se dio cuenta que casi no veía las palabras que la maestra escribía en el pizarrón y por eso el tenia muchos problemas para estudiar pero el pensó que era normal que no alcanzará a ver las palabras, que a todos le pasaba lo mismo, el le preguntaba a los niños que estaban sentados a su lado que le dijeran que decia en el pizarrón y lo ayudaban pero no todo el tiempo, el le decía a su mama que las palabras en el pizarrón estaban muy chicas y a su mama no se le hizo raro, no todas las maestras escriben con palabras grandes.
En el salón de clase habían niños que se burlaban de el, le decían que estaba ciego, le decían de apodos y eso al niño lo fue haciendo muy retraido, no le gustaba que se burlaran de el pero tampoco les decía a los otros niños que no lo hicieran.
Paso el tiempo y las burlas seguían aunque no era de todos los días pero eso talvez ocaciono que al niño le trajera un tic nervioso en los ojos, el cerraba un ojo y lo hacía muy seguido, esto le trajo mas burlas de parte de los otros niños que le apodaron "el ojitos" y eso hizo al niño aun más retraido que lo que ya era, cada vez que los otros niños se referían a el lo llamaban por el apodo que le pusieron, eso lógicamente no le gustaba y le tuvo que decir a la maestra que no lo siguieran llamabando por el apodo sino por su nombre, la maestra solo se limitó a decirle a todos que lo llamarán por su nombre, el niño pensó que ya no lo llamarían por el apodo pero no fue asi, ahora además de llamarlo "el ojitos" lo llamaban también "el acuson", el niño no entendía el por que a el lo trataban de esa forma si el no causaba ni trataba de tener problemas con los demas.
Pasaron dos años, el ya tenia 8 años y seguía en la misma escuela, la mayoria los niños eran los mismos de cuando empezó la escuela, los mismos niños que le hacían burla seguían en el mismo salón con el, él empezó a notar algo en su persona, algo cambio y no para bien, empezó a asociarse más con las niñas que con los varones, el se sentía más confiable con ellas, los otros niños veían que el actuaba raro, que le gustaba más lo femenino y por supuesto eso causó más burlas hacia el, ahora lo llamaban "afeminado", el mismo sabia que actuaba raro, que no era normal sentirse asi pero eso no lo hizo cambiar.
A los 10 años el ya tenia noción de que los niños varones le atraian, eso no lo hacía sentiste bien, le daba penas que en la calle y aun mas en la escuela la gente y los otros alumnos hablaran mal de el, pero que podía hacer el? El trataba de no ser afeminado pero la gente siempre hablaria de el, sea bien o mal.
Desde niño el se sintió muy penoso y retraido, las burlas, las malas personas y niños que se hablaban y se reían de de el lo hicieron desconfiar de la gente, a donde quiera que el iba siempre era callado, nunca fue la atención de nadie a excepción de las burlas, la gente siempre hizo que el se sintiera mal por algo que el no podía controlar.
El nunca le contó sus problemas a nadie, nunca dijo que fue objeto de burlas desde que era muy pequeño, nadie supo, ni siquiera su mama y todo eso se lo llevo a la tumba a su corta edad.
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Mucha gente no piensa en las consecuencias de lo que las burlas ocacion en los niños, muchísimos de ellos tienen la oportunidad de crecer y ser felices en sus vidas pero siempre hay alguien o algunos que hacen que la felicidad no sea tan dulce, niños y también adultos son los encargados de que niños se conviertan en personas retraída desde su infancia.