CITA CON EL DENTISTA

Las citas al dentista o al doctor general siempre me ponen muy nervioso, el olor de los hospitales no son de mi agrado, si no estoy enfermo y acompaño a alguien a ver al doctor, al momento que las puertas de la clínica se abren y entro ya me empiezo a sentir enfermo solo de respirar el olor de ahi adentro, pero qué me pone más nervioso al ver al dentista o a los doctores? Las jeringas! 

No me gustan las jeringas, es verdad, les tengo pánico, mucho miedo, cuando voy al doctor y se que me va a dar una inyección me empiezo a sentir mal, las manos me sudan y me tiemblan y empiezo a sentir mi cuerpo caliente, aunque trato de no mirarlas cuando el doctor las trae y prepara para inyectarme, al momento que me las acerca no puedo evitar mirarlas, por qué tengo que mirar? A caso no se que no debo mirar por la misma razón que no me gustan? Ahhh! Pero asi es, algo me hace voltear a verlas.

Hace poco tuve que ir al dentista, no me gusto la idea pero tuve que ir ya que nesecitaba una limpieza profunda de los dientes ya que la ultima vez que fui a visitar al dentista fue como veinte años atras, yo se, debí ir cada seis meses como lo recomiendan ellos.

Llego el día de la cita, eran las 10 am, llegué puntual, me hicieron esperar solo 25 minutos que a mi se me hiceron como 2 horas, una vocecita me decía que mientras mas pronto entre con el dentista más pronto terminará mi temor, pero otra vocecita me decía que qué bueno que el dentista se tardara en hacerme pasar a verlo y deseaba que algo sucediera y que alguen dijera que el dentista no podía verme ese día y que se pospondria la cita para otro dia.

Pero debo ser realista, cuando sabemos que tenemos que ir a algún lado o hacer algo que no nos gusta es mucho mejor ir o hacerlo lo más pronto posible para que nos lo quitemos del camino y ya nos quedemos más tranquilos.

La enfermera abrió la puerta para llamar al sigiente paciente, cuando miré para ambos lados checando cuanta pacientes más había esperando dije: ayyyy es mi turno!!! Ya que no habían más pacientes.

Pues si, la enfermera me llamo, me dijo que entrara al cuarto numero dos y que tomara asiento en la famosa silla, me puso un protector en el pecho que me colgaba del cuello para que no me manchar la ropa, estuve ahi esperando como 10 minutos mas, en esos 10 minutos pasaban por mi mente varias preguntas como: 

De que tamaño serán las jeringas?

Habrán cambiado te tamaño con el tiempo?

Usarán algo diferente para entumecer la boca?

Usarán algún tipo de líquido untable para entumecer en vez de jeringas?

Y si le digo al dentista que me duerma en vez de inyectame?

Cuanto tiempo mas tendré que esperar?

Cuantas inyecciones me dará para entumecer mi boca?

Por que no viene pronto?

.......Aaaaaah!!! Ya llegó el dentista!

Llego el momento de enfrentar la realidad!

Buen día, como esta? Pregunto él.

Bien....muy nervioso, le contesté.

Porque nervioso? Preguntó.

Nervioso porque le temo a las jeringas.

Le dio gracia mi respuesta, sonrió y me dijo que no tuviera miedo.

Mmmm hmmm!

Su repuesta no me tranquilizó en lo más minimo, en ese momento miré que la enfermera dejaba en una mesita una jeringa con unas agujas muy delgadas de diferentes formas, unas dobladas y otras derechas, el dentista colocó una aguja en la jeringa y me dijo que abriera la boca..... aqui vamos me dije...

Como él iba a trabajar solo en el lado derecho de mi boca me dio 4 inyecciones, para ser sincero, dos de ellas no dolieron, solo sentí los piquetes, las otras dos que fueron casi enfrente de la boca dolieron más, sentí que la punta de la aguja tocaba el hueso mis dientes, tenía cerrados los ojos y un quejido de dolor salió de mi boca como diciendole al dentista que me estaba doliendo, el dijo: lo siento, lo siento!

Las manos me sudaban, cuando el dentista terminó con las inyecciones dijo que volvería en unos minutos cuando mi boca ya esté entumida, pasaron como 20 minutos cuando mi boca quedó entumida, el dentista regresó y se preparó para empezar la limpieza.

Ayyyyyy!!!!!

Me dijo que abriera la boca para él poder empezar, empezó con la limpieza de arriba abajo, de atrás a enfrente y no senti dolor, en eso me dije: oh, parece que esta limpieza no dolerá como cuando me la hicieron la primera vez.

Si pues!!!

 Pero cuando empezó en la parte de las encías fue cuando los ojos se me chisparon y vi estrellas de colores y a la misma vez se me hicieron bien chiquitos.

El dolor fue muy fuerte pero no había de otra, tenia que aguantarme, me tomé de las manos y las apretaba fuerte, terminó con la parte de las encías de atrás y empezó con las de adelante,  si el dolor que sentí cuando limpió las de atrás fue fuerte, las de adelante fue mucho más, apretaba más fuerte las manos y el dolor hizo que yo arqueara mi espalda casi dando patadas de dolor, él noto que me estaba lastimando y decidió ponerme otra inyección justo en frente, esa inyección si ayudo un poco para que el dolor no sea tan fuerte, algo que note en ese momento y que ahora recuerdo es que la enfermera que estaba ayudando al dentista tenia ese tubo que succiona el agua que deja la limpiadora, la saliva y sangre que salía de mi boca y esa tubito por ocaciones sentía que me ahogaba y casi no me dejaba respirar cuando ella la movía casi hasta mi garganta, el agua salpicaba mi cara pero eso no me importaba, los minutos pasaron y el dentista terminó, fueron 45 minutos, en ese momento pensé: qué bueno que terminó todo ésto..... pero recordé que yo tenia que regresar para que limpiara la otra mitad de mi boca....

Ahhhh! Exclame.

Cuando regresé para la limpieza de la otra mitad fue casi la misma situación pero con menos dolor ya que antes que él comenzará le dije que la limpieza que me hizo anteriormentee me había dolido mucho, el me dijo que trataría de no lastimarme demasiado ya que yo era un llorón 😢.

Claro que yo sabía que me lo dijo de broma porque el sonreía al decírmelo. 

Mi experiencia con el dentista no fue muy grata, aunque también se que él no me lastimó porque quiso, me lastimó porque pasaron casi 20 años desde mi primera visita, ahora regresare en seis meses y espero que en ese momento no haya tanto dolor y yo no sea tan cobarde ni llorón..... aunque no lo puedo prometer.

Gracias a mi dentista que es muy amable con todos sus pacientes.

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